No dudes en descubrir a tu bebé el sabor de la avena desde muy temprano. Este cereal es rico en proteínas, fibra, manganeso y fósforo, siendo este último importante en la formación de huesos y dientes.
Además la avena no tiene gluten, con lo que tu bebé puede comerla desde los 6 meses. Sólo tienes que asegurarte que al comprarla en el paquete ponga que no tiene trazas de gluten o es apta para celiacos.
Cómo hacer sopa de avena para bebés
- Calienta una sartén a fuego medio y añade los copos de avena. Tuéstalos un par de minutos sin dejar de mover con una cuchara de madera para que no se quemen.
- Pela la cebolla, la zanahoria, el diente de ajo y retira la parte verde del puerro. Pica todo muy finito.
- Pon un chorrito de aceite de oliva en un cazo y sofríe todas las verduras unos 5 minutos hasta que estén doradas.
- Cuando estén hechas las verduras añade los copos de avena tostados y remueve un minuto para que se integren todos los sabores.
- Después añade un vaso de agua o caldo de verduras sin sal al cazo y, una vez que esté hirviendo, deja que cueza todo durante 10 minutos. Añade agua si ves que se evapora demasiada.
- Pon la sopa en un cuenco y espera a que no queme para dársela a tu bebé.
Trucos y consejos
- Se puede añadir cualquier verdura a esta sopa para hacerla más sabrosa y completa. Por ejemplo judías verdes, maíz dulce, guisantes, patata, coliflor, champiñones, brócoli, tomate, etc.
- La avena hace que la sopa sea ligeramente más espesa, añade más agua si es necesario para que no quede como una papilla.
- Si quieres aumentar la cantidad de fibra usa copos suaves de avena integral.
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