Una receta sencilla, rica y saludable para los niños. Con calabacín que aporta vitaminas y fibra, y es una de las verduras mejor toleradas por los peques por su sabor suave. El tomate y el jamón le dan el extra de sabor que suele encantar a los niños para que coman la verdura sin protestar.
Cómo hacer calabacín con tomate frito
- Limpia bien el calabacín lavándolo bajo el grifo y córtalo en trozos pequeños. Pela y pica muy finito el diente de ajo.
- Corta el jamón serrano en taquitos de menos de 1 centímetro.
- Pon una sartén a fuego medio con un chorrito de aceite de oliva y sofríe el ajo hasta que esté dorado (pero no marrón). Añade los taquitos de jamón serrano y rehoga durante un minuto más.
- Añade el calabacín a la misma sartén y cocínalo sin dejar de remover unos 5 minutos, o hasta que esté blando.
- Echa el tomate frito y las hierbas o especias que hayas escogido y remueve bien. Deja todo cocinando a fuego bajo otros 5 minutos para que reduzca un poco el líquido y se mezclen los sabores.
- Ya está listo, sírvelo en un plato y acompáñalo con un buen trozo de pan para que los peques puedan mojar en el tomate ¡Que aproveche!
Trucos y consejos
- Puedes cambiar los taquitos de jamón por trocitos de chorizo, bacon o salchichas, según los gustos de tus peques y lo que tengas disponible en la despensa.
- Nosotros no siempre tenemos salsa casera de tomate en casa, en esos casos usamos tomate frito de bote (que no tenga azúcar añadido).
- Si tus hijos protestan cada vez que ven verde en el plato pela bien el calabacín antes de cortarlo, los niños que comen con los ojos lo aceptarán mejor.