El solomillo de cerdo es una carne súper tierna, que los niños comen muy bien, y además se preparan en un pis pas. Para completar el plato puedes usar cualquier guarnición (arroz blanco, patatas, ensalada…) pero a nosotros nos gusta usar guisantes para aportar fibra, y porque cocinados en la misma sartén quedan deliciosos.
Un plato ideal para tener una cena lista para los peques en 15 minutos.
Cómo hacer solomillo de cerdo a la plancha con guisantes
- Corta el solomillo en filetes gruesos, de 1,5 centímetros de grosor aproximadamente.
- Coloca los filetes en un plato y espolvoréalos con un poco de pimentón dulce por ambas caras.
- Pon a calentar a fuego medio una sartén. Cuando esté bien caliente echa un chorrito de aceite de oliva y coloca los solomillos. Deja que se cocinen un par de minutos por cada cara (un poco más si el corte es más grueso).
- Cuando estén hechos por dentro retíralos a un plato y aprovecha la sartén para saltear los guisantes. Ganarán todo el sabor que han dejado los solomillos y el pimentón.
- Manteniendo la sartén a fuego medio vuelve a añadir otro chorrito de aceite y echa los guisantes. Saltéalos un minuto si son frescos, unos 3 minutos si son en conserva y 6 minutos si son congelados.
- Cuando ya estén hechos puedes servir un par de cucharadas soperas de guisantes en un plato junto a 2 o 3 filetes de solomillo ¡Ya verás que los van a devorar!
Trucos y consejos
- Normalmente el solomillo de cerdo se vende envasado en piezas de 500g, pero si lo compras en carnicería pide que te lo dejen cortado en filetes gruesos.
- Los guisantes frescos son caros y difíciles de conseguir pero su sabor es tan bueno que están deliciosos incluso crudos. Por eso lo mejor es saltearlos el menor tiempo posible.
- Para los niños más mayores puedes añadir sal a los filetes antes de hacerlos o incluso sal y pimienta.