En casa somos muy fans de esta legumbre, aunque mis hijos dicen “no son rojas mamá, son naranjas”, y tienen razón. Una de las ventajas de la lenteja roja es que carece de piel por lo que es muy fácil de digerir, evitando las pesadas flatulencias y el riesgo de atragantamiento. Otra ventaja es su rápida cocción, ya que no necesitan remojo previo, basta con cocerlas directamente, entre 15 y 20 minutos.
Son fuente de hidratos de carbono, proteínas y minerales como el hierro y el calcio, además de vitaminas del grupo B y Ácido Fólico. Todo esto hace de la lenteja roja la legumbre perfecta para ofrecerle a los bebés como primera opción.
Existen muchas formas diferentes de prepararlas, principalmente purés, ensaladas o sopas.
Cómo hacer puré de lentejas rojas para bebés
- Ponemos a hervir un litro y medio de agua con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
- Añadimos la cebolla. Cuando lleve 20 minutos cociendo a fuego medio, añadimos la calabaza o zapallo y las zanahorias, y dejamos cocer unos 20-25 minutos más. (Pinchad con un tenedor para comprobar que las verduras estén blandas)
- Una vez cocidas, las sacamos con un escurridor a un vaso para triturar y pasamos por la batidora hasta que quede textura de puré.
- Echamos esta mezcla al agua que ha quedado hirviendo y revolvemos hasta que quede una mezcla homogénea. Si vemos que ha quedado muy espeso, añadimos un poco más de agua.
- Cuando comience a hervir de nuevo añadimos las lentejas, y dejamos cocer a fuego lento durante otros 20 minutos. Cuando observéis que la lenteja comienza a deshacerse, estará lista para comer.
- Puedes servirla así, con la lenteja entera como si fuera una sopa, o volver a pasar todo por la batidora para hacer un puré.
Trucos y consejos
- Se puede añadir sal a partir de un año de edad. Si deseáis comer toda la familia, se puede retirar un plato para el bebé y añadir sal al resto.
- Si acompañáis este plato con algún alimento que contenga vitamina C se favorecerá la absorción de hierro, por ejemplo, una naranja o kiwi de postre.
- Se puede añadir una patata o un puñado de arroz (mejor integral), lo que hará que la calidad de la proteína sea mayor.
- Se puede sustituir la calabaza por calabacín y la cebolla por puerro.
- Lo que os sobre podéis guardarlo en la nevera hasta 48 horas. También podéis congelarlo en recipientes pequeños, e ir sacando cuando necesitéis para vuestro bebé.