Papilla de ciruela

El alto contenido en fibra pectina de las ciruelas las convierte en el mejor aliado para combatir el estreñimiento de nuestro bebé. Pero aunque nuestro bebé esté bien sigue siendo una fruta deliciosa y llena de vitaminas C, K y E.

Cómo hacer papilla de ciruelas frescas para bebés

1. Lava bien las ciruelas bajo el grifo frotando la piel con las manos y sécalas con un trapo limpio.
2. En un cazo pon agua a hervir y sumerge las ciruelas durante unos 40 segundos. Luego sácalas con una espumadera y ponlas en un cuenco de agua fría con hielo (sí, igual que cuando escalfamos los tomates). Pasar del calor al frío ayudará a ablandar la piel y podremos pelarlas fácilmente con los dedos o un cuchillo afilado.
3. Corta las ciruelas peladas por la mitad rodeando el hueso. Gira las mitades en dirección contraria para separarlas y quita el hueso con la mano o un cuchillo. Una vez quitado el hueso corta las ciruelas en cuartos
4. Pon las ciruelas en el vaso de la batidora y tritura hasta que quede una papilla suave.
5. Ya puedes servir el puré de ciruela a tu bebé. Esta delicioso solo, pero también puedes espolvorear un poco de canela por encima, mezclarlo con otras frutas (plátano, compota de manzana) o añadirlo al yogur natural.

Trucos y consejos

• La ciruela es una fruta que cuando esta madura está deliciosa y cuando no… ¡puaj! Procura comprar ciruelas que estén maduras y dulces si no quieres que tu bebé te las escupa a la cara. La variedad Mirabelle (también conocida cascabeles o cascabelillos) es una de las más dulces.
• El color de las ciruelas no es un gran indicativo de su madurez, por ejemplo las variedades de piel verde suelen ser de las más dulces.
• Si te sobran trozos de ciruela, puedes colocarlas en un recipiente hermético y guardarlas en el frigorífico hasta dos días. Si te sobra papilla, prueba a congelarlo en cubiteras. Luego puedes sacar los cubitos y guardarlos en una bolsa de congelar.