Muchas veces nos preocupamos por buscar platos originales para cocinar cuando los tradicionales son los más ricos y sencillos. Este es el caso de este pollo encebollado, que queda jugoso y riquísimo. Tanto, que aún no he encontrado un niño al que no le guste.
Cómo hacer pollo encebollado
- Corta la cebolla en trocitos y pica el ajo muy finito.
- Limpia la pechuga de pollo de restos de grasa y trocéala en dados pequeños. Yo suelo hacerlo con unas buenas tijeras porque me resulta más rápido que con el cuchillo.
- En una sartén echa un chorrito de aceite de oliva y pocha la cebolla a fuego medio, hasta que esté dorada. Mientras se hace tapa la sartén para que la cebolla quede muy blandita.
- Cuando esté hecha añade el ajo y rehoga un minuto más para que se cocine.
- Añade los trozos de pollo y remueve todo junto un par de minutos, o hasta que veas que el pollo está dorado por fuera.
- Echa el caldo en la sartén, remueve un poco y deja que se cocine todo junto a fuego medio unos 5 minutos, hasta que la mayor parte del caldo se haya evaporado (pero no todo, para que quede salsa).
- ¡Y ya está listo para comer! Sírvelo en un plato y acompaña con mucho pan para mojar la deliciosa salsa.
Trucos y consejos
- Acompáñalo con arroz blanco o unas patatas fritas como guarnición y tendrás un plato único para la comida o cena.
- El pollo de esta receta queda más jugoso si en vez de pechuga usas filetes de contramuslos.
- Es importante trocear el pollo en porciones pequeñas para que quede completamente cocinado por dentro.
- Si quieres que el plato quede más suave puedes usar cebollas chalotas o puerro.
- ¿Tu peque es anti-cebolla? Cuando el plato esté terminado retira el pollo y tritura la cebolla con la batidora hasta convertirla en una salsa. Es laborioso, pero lo comerá sin rechistar.







