Las albóndigas de merluza son sabrosas, tiernas y fáciles de digerir, por eso son perfectas para que nuestro bebé coma pescado. Además sin tener que preocuparnos por las espinas.
Cómo hacer albóndigas de pescado para bebés
- Pon al fuego una olla con los lomos de merluza y unas ramas de perejil. Cubre con agua y deja que cueza todo durante 20 minutos, cuela y reserva el caldo.
- Corta el pan duro en trozos pequeños y ponlo a remojo con la leche. Cuando esté blandito escúrrelo para eliminar el exceso de leche.
- En un bol grande desmiga los lomos cocidos, asegurándote que no queda ninguna espina.
- Añade al bol el huevo, un poco de perejil picado y el pan remojado. Mezcla bien con la mano todos los ingredientes.
- Con la masa forma bolitas, las rebozas con harina y las vas reservando en una fuente. Si ves que la masa te ha quedado demasiado líquida para moldearla añade un poco de pan rallado.
- Fríe las albóndigas en una sartén con abundante aceite dejándolas un par de minutos por cada lado, hasta que estén doradas. Retíralas a un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.
- Para hacer la salsa pica el ajo y la cebolla en trocitos muy pequeños. Ponlos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva y sofríelos.
- Añade un par de dedos del caldo de pescado que reservaste al cocer la merluza (o si tienes alguno más sabroso mejor) y deja cocer 10 minutos.
- Echa las albóndigas a la cazuela de la salsa y cocina 10 minutos más removiendo de vez en cuando.
- Retira del fuego, espera a que estén tibias y ya están listas para comer.
Trucos y consejos
- Puedes comprar los lomos de merluza congelados (ya vienen sin espinas) o pedirle al pescadero que te los limpie. Si le indicas que son para tu peque seguro que los deja impecables.
- También se pueden preparar con cualquier otro pescado blanco: bacalao fresco, dorada, besugo, gallo, etc.
- Un buen acompañamiento para esta receta son unas patatas fritas, puré de patata o arroz blanco.