Una receta sabrosa para que nuestros bebés coman pescado sin riesgo de espinas ni atragantamiento. Además pueden coger fácilmente las albóndigas con sus manitas ¡Les encantan!
Cómo hacer albóndigas de bacalao para bebés
- En esta receta lo primero sería desalar el bacalao. Pon un cuenco con agua fría abundante y deja en remojo las lascas o migas de bacalao durante unos 40 minutos. Si has comprado un trozo de bacalao más grande, como lomos o filetes consulta aquí los tiempos para desalar el bacalao.
- Una vez pasado el tiempo saca las lascas y pícalas un poco más, hasta que queden trocitos que pueda masticar fácilmente tu bebé.
- Trocea el pan duro o de molde y ponlo a remojo con la leche durante 5 minutos. Cuando ya esté bien blandito sácalo y escúrrelo bien para quitar todo el exceso de líquido.
- En un cuenco echa el bacalao, los huevos, el pan remojado y un puñado de perejil muy picadito. Mezcla todos los ingredientes hasta formar una masa. Si ves que la masa ha quedado demasiado líquida por exceso de leche puedes añadir un poco de pan rallado para espesarla.
- Con esta masa ve haciendo bolitas con las manos y pásalas por un plato con un poco de harina hasta que queden bien rebozadas.
- Fríe las albóndigas en una sartén con abundante aceite unos 4 minutos por cada lado, hasta que queden doradas. Cuando las saques de la sartén ponlas en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
- Cuando las albóndigas estén tibias (parte una por la mitad para comprobarlo) ya se las puedes servir a tu bebé ¡Que delicia!
Trucos y consejos
- En lugar de leche puedes usar caldo de verduras o pescado sin sal para empapar el pan.
- Deja los trozos de bacalao un poco más grandes según tu bebé va mejorando su capacidad de masticar.
- Si quieres que queden más jugosas también puedes cocerlas un poco después de freírlas en alguna salsa sencilla, como salsa verde.
- Un poco de arroz blanco, unos guisantes cocidos o unas patatas fritas son un acompañamiento perfecto para estas albóndigas.